viernes, 9 de junio de 2017

Casa de muñecas

La obra de Ibsen me parece muy necesaria, tanto para la época en la que contextualiza como para ahora, toda la obra  parece estar hecha para que sea un  cressendo de odio del público hacia el personaje de Torval, y no sin razón, el personaje de Torval es un auténtico zoquete machista que oprime a Nora desde el principio de la obra.
Al principio se nota en sutiles detalles como que Torval controla donde ha estado Nora o ha dejado de estar cuando le pregunta si ha estado en la pastelería.
En torno a la mitad de la obra se nota más en la agresiva actitud corporal que toma Torval con Nora agarrándola y encarándola de cerca, intentando siempre mirarla desde arriba para darle a Nora una sensación de inferioridad ante el.
Ya en torno al final de la obra, tras el baile y la visita del doctor la actitud de Torval hacia Nora es lo más dominante posible hasta el punto incluso de casi violarla, tras recibir la noticia de que su " mejor amigo " ,el doctor, va a morir, Torval sigue pensando en acostarse con Nora, y aquí creo que Ibsen quiere dar un mensaje muy claro, en las personas machistas; el cinismo, la falsedad y el esteticismo no es de extrañar, las personas machistas  son malas personas así que es perfectamente normal que acumulen otros defectos propios de las personas moralmente cuestionables.
La obra termina con un arrebatador discurso en el que Nora denuncia que toda su vida ha sido básicamente intentar contentar a los hombres de su entorno renunciando incluso a su propia felicidad y libertad, en este discurso Nora condena la opresión que ha sufrido toda su vida y despierta de su alienamiento para dejar a Torval por todo el daño que le ha hecho, incluso habiendo ella salvado su vida, y se marcha para según ella misma aprender a ser libre

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